En este trabajo audiovisual se intenta contar desde cuándo hay facultades y escuelas de Derecho en el país y la región, cómo se inició el camino de la enseñanza del Derecho, qué cambió en ese camino, qué opinan hoy los jóvenes, los docentes y los especialistas. En definitiva, cómo es el presente de la enseñanza del Derecho y cuáles son los desafíos para el futuro.

“Enseñar Derecho” está construido a partir de la experiencia federal de todos los estamentos que forman la estructura de las facultades y las entidades que regulan la actividad educativa. Se escuchan los testimonios de más de veinte decanos y decanas, juristas, estudiantes y docentes de diversas facultades, como las tradicionales de la UBA, La Plata, Cuyo o Córdoba, como de otras más nuevas o distantes de los centros educativos masivos como la Universidad Nacional de La Matanza, la Universidad Nacional de Catamarca o de Río Negro.

Por ese motivo, el Ministerio de Justicia trabajó con el Consejo de Decanos y Decanas y las universidades públicas para involucrarse en la formación de los abogados y abogadas. En ese sentido, en articulación con el Ministerio de Educación, se pusieron en marcha distintas iniciativas para fortalecer el acceso a la justicia y mejorar la enseñanza universitaria de la abogacía.

Como parte de los acuerdos con las universidades nacionales, el Ministerio de Justicia también creó un Consejo Asesor en Género que analizó integralmente la situación de las facultades de Derecho en clave de género. Presidido por Marisa Herrera, en octubre último el consejo entregó el “Documento rector para transversalizar la perspectiva de género y diversidad en la enseñanza del Derecho”. El texto sienta las bases para la construcción de políticas educativas para resolver problemáticas en materia de justicia y género.

Una de las carreras más elegidas

Hoy la Abogacía se enseña en 130 facultades de 70 universidades de todo el país y sigue siendo, año a año, una de las carreras más elegidas entre los ingresantes a la universidad, por eso toma vital importancia la pregunta de por qué se estudia Derecho en Argentina.

Entonces, ¿cómo se mejora hoy la formación de los futuros abogados y abogadas? ¿Cuál es el peso hoy en la formación práctica? ¿Cuáles son las vacancias y déficits en la enseñanza del Derecho?

Diversas opiniones de especialistas a lo largo y ancho del país parecen confluir en lo que bien resumió Anabella Lucardi, decana del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Avellaneda: “Estudian Derecho porque quieren hacer justicia, porque vislumbran un conjunto de injusticias en la cotidianidad en la que viven”.